Recientemente, una foto de un boleto de apuestas circuló por las redes sociales de Euskadi y su propietario recibió las alabanzas on-line de muchos twitteros. Dicha persona había ganado 8.330 euros por una apuesta combinada en la invirtió cinco euros. El susodicho acertó el resultado exacto del encuentro entre la Real Sociedad y el Barcelona (3-1), añadió que Griezmann marcaría al menos un gol en el encuentro, y completó su cupón premiado con la victoria de Osasuna ante el Atlético de Madrid. La suerte le acompañó y fue la envidia para los que vieron la imagen del boleto en internet (todavía se puede encontrar en twitter) ya que multiplicó por 1.666 su inversión inicial.

Él, no parece ser el único que busca el dinero fácil y, en definitiva, dar el golpe mientras ven el partido de su equipo. Las carteras de los jóvenes cada vez están más pobladas con los resguardos de apuestas deportivas. Tan solo hace falta entrar en cualquier bar que disponga de un terminal de apuestas instalado para encontrar durante el fin de semana a cuadrillas de jóvenes que lo rodean. Principalmente, mientras juegan sus equipos favoritos y están viendo esos partidos en la televisión, aunque cada vez hay más apostantes que invierten la teoría. Si en un principio la emoción del partido de tu equipo es la que te lleva a apostar por él, ahora la tendencia varía y se apuesta en un partido cualquiera para tener la emoción de ganar y crear un interés que te invite a verlo. Cada vez hay más opciones para apostar en eventos deportivos y, peligrosamente, la cifra de guipuzcoanos adicta a esta modalidad de juegos de azar está aumentando en una proporción similar año tras año.

Así lo confirma la psicóloga de la asociación de rehabilitación de adicciones Ekintza Dasalud, Garbiñe Jaureguialzo. «Hace dos años apenas venían a solicitar ayuda o información por adicciones a apuestas deportivas, pero en 2013 ya fue la segunda causa de adicción al juego que tratamos en la asociación», afirma.

La memoria del pasado año de la asociación así lo refleja. El 17% de los nuevos pacientes que acudieron a Ekintza Dasalud en 2013 se declaró adicto a las apuestas deportivas. «Cada vez son más, y al ser una modalidad todavía novedosa, tiene mucho recorrido y en los próximos años creemos que seguirá creciendo, por desgracia, el número de afectados», prevé Jaureguialzo.

A ese 17% de adictos a las apuestas deportivas hay que añadirle buena parte -o la totalidad- del 15% de afectados que acudieron a la asociación presentando adicciones a diversos juegos de azar de forma simultánea. En total, cerca de tres de cada diez personas con problemas con el juego lo sufren a consecuencia de las apuestas deportivas.

La soledad de internet

Si el Plan de Adicciones del Gobierno Vasco calculaba en 2012 que el 2% de la población vasca era adicta al juego, en Gipuzkoa esa cifra rondaría las 14.000 personas, de forma que si tres de cada diez de éstos estuvieran ‘enganchados’ a las apuestas deportivas, serían ya 4.200 los guipuzcanos que apuestan compulsivamente en eventos relacionados con el deporte. Una cifra significativa que apuesta «tanto en salones, como en terminales en bares, aunque predomina el juego por internet», admite Jaureguialzo. «La posibilidad que dan las apuestas por internet es que están habilitadas las 24 horas del día los 365 días al año y solo con una aplicación en el móvil o desde casa puedes acceder a ellas», admite la psicóloga.

La adicción a las apuestas tiene como perfil principal el de los jóvenes menores de 25 o 30 años, principalmente estudiantes, y que ya llevan varios años apostando. Se está aparcando el perfil del «hombre maduro que se pasa el día jugando a la máquina tragaperras». «Se empieza como con el alcohol, en cuadrilla como un divertimento, y normalmente afecta al más vulnerable del grupo», analiza Jaureguialzo. El jugador comienza a apostar cantidades pequeñas y va elevando su dependencia hasta perder el control. «Hay que darse cuenta cuándo las apuestas se han apoderado de ti, no dispones de dinero, te recluyes en la soledad de las apuestas de internet y hasta puedes comenzar a sufrir problemas de salud como insomnio o estrés», advierte la psicóloga.

Desde la asociación temen que en pocos años, los adictos a las apuestas deportivas superen a los de las máquinas tragaperras, que han pasado de suponer el 75% de casos en 2010, al 50% en 2013. «No existe sensibilidad social en torno a las apuestas deportivas. Nos parece una aberración que un chaval eche 20 céntimos a una tragaperras, mientras que apreciamos casi como normal que en el terminal de al lado otro joven apueste cinco euros a un partido de fútbol», denuncia Jaureguialzo, «y ambas son igual de dañinas», añade.

Hasta la asociación han llegado los primeros casos de menores enganchados a las apuestas deportivas. Mejor dicho, han sido los propios familiares los que han solicitado a Ekintza que les ayude a sacar a sus allegados de su adicción, una vez que ya se les ha escapado de las manos. «Tratamos de ofrecer una serie de pautas a los padres primero para que puedan actuar ellos mismos. Retirar las tarjetas de crédito a los hijos, las cartillas, y no darles grandes cantidades de dinero, pero en algunos casos piden que actuemos nosotras», confiesa Jaureguialzo. «El menor no entiende que está enganchado. Lo niega. Dice que si él no tiene dinero no apostaría, pero hay que hacerle ver que en su vida va a tener que gestionar dinero y que la solución no es que no lo tenga».

Con el objetivo de recordar que las personas menores de edad no pueden realizar apuestas y concienciar del juego responsable a la sociedad, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco presentó hace diez días una campaña. Se instalarán carteles de forma visible en los establecimientos con una finalidad disuasoria para menores. Desde el Ejecutivo recuerdan que el pasado año se tramitaron seis expedientes sancionadores a otros tantos establecimientos por permitir el juego a menores.

El 17% lo asume al año

Los datos del informe 2013 de la asociación Ekintza Desalud sobre adicciones sin sustancia muestran también otra serie de datos llamativos. Por un lado, el porcentaje de mujeres afectadas se mantiene prácticamente en el mismo nivel que años anteriores -un 16%-. En el tiempo de dependencia es donde se han registrado los avances más destacados, ya que ya es el 17% de los que acuden a la asociación los que tardan menos de un año desde el inicio de su adicción para solicitar ayuda, por el 8% que se registró en 2012. El 50% de los que solicitan información o tratamiento tardan entre 1 y 5 años para asumir que lo necesitan, y un preocupante 19% lo hacen entre los 6 y 10 años. Los que tardan entre 11 y 20 años han bajado hasta suponer solo el 10%.

De las personas que acudieron en 2013 a Ekintza Dasalud, un 86% trataron de dejar la conducta del juego, de éstas el 33% con ayuda profesional y un 53% por sus propios medios. Existen diversas fórmulas para solicitar la autoexclusión de los locales de juego. El Departamento de Seguridad de el Gobierno Vasco dispone en internet de un servicio para apuntarse en el ‘registro de prohibidos’ de estos locales. La inscripción es por el tiempo de 2 años, si bien la propia persona podrá solicitar su cancelación transcurrido 3 meses desde que se haya practicado la inscripción. Además, inscribiéndose en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, se puede autoexcluir del juego on-line, aunque habitualmente cada página de apuestas por internet tiene su propio sistema de autoexclusión si el usuario lo solicita.