La crisis ha duplicado el consumo de hipnosedantes -somníferos y sedantes-, a los que ya recurre el 11,4% de la población, lo que los convierte en la segunda droga más utilizada en España, después del cannabis, según revela el informe ‘Derechos Humanos y políticas de drogas: nuevas propuestas de regulación’, elaborado por la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) para la Taula d’Entitats del Tercer Sector Social de Cataluña, que aglutina a cerca de 4.000 entidades sociales.

El documento, presentado este martes en el Ateneu Barcelonès, en el marco del ciclo de debates ‘Catalunya Social’, advierte de que el endurecimiento de la legislación sobre las drogas no ha hecho reducir el consumo, sino todo lo contrario, y detecta que las políticas de control de la oferta concentran más del 70% del gasto en este ámbito.

También destaca que el 80% de los reclusos está privado de libertad por delitos relacionados con las drogas, por lo que las entidades sociales han abogado por crear un modelo de atención centrado en las personas y basado en la mediación, con opción de reducir penas con alternativas a la cárcel.

El informe apuesta por una reasignación y priorización de los recursos públicos en este ámbito, que debería pasar por establecer nuevas prioridades políticas y avanzar en propuestas alternativas, como el impulso prioritario de los programas de reducción de daños.

Además, apuesta por «dejar en segundo plano» las políticas represivas para centrar los recursos que actualmente se dedican a ellas en prevención, investigación, cooperación internacional y asistencia.