El consejero de Salud, Jon Darpón, ha presentado hoy el anteproyecto de Ley de Adicciones del Gobierno vasco, que recoge la regulación relativa al consumo y a la comercialización del cigarrillo electrónico y la equipara con la que se aplica ya en relación al tabaco.

Darpón ha informado hoy tras la reunión del Consejo de Gobierno de algunos de los aspectos incluidos en este borrador, que todavía no ha sido aprobado por el Ejecutivo autonómico y que, por tanto, no ha salido a proceso de información pública.

En una comparecencia de prensa, ha calificado la futura ley, que se prevé remitir al Parlamento Vasco antes de fin de año, de «amplia, realista, y acorde con los tiempos actuales«.

A través de 96 artículos, el texto se centra en la promoción de la salud y en la prevención de las adicciones, en la reducción de la oferta, la inclusión social y en la atención sociosanitaria.

Contempla como sustancias con capacidad adictiva el alcohol, el tabaco, el cigarrillo electrónico, los estupefacientes y los psicotrópicos.

Por primera vez, una ley de este tipo aborda también las adicciones sin sustancia, como la ludopatía o el riesgo de adicción a elementos tecnológicos como los teléfonos móviles, los videojuegos y las redes sociales.

En cuanto al cigarrillo electrónico, la futura norma le aplica las mismas reglas que al tabaco, de modo que, por ejemplo, se prohíbe su venta a menores y se deja claro que es perjudicial para la salud.

Además, no permite consumir este dispositivo en lugares públicos o en bares y restaurantes, del mismo modo que no se permite consumir tabaco.

El pasado mes de marzo, Darpón ya firmó una orden en la que señalaba que mientras no se demuestre que el cigarrillo electrónico es «seguro, eficaz y de calidad aceptable», el Departamento de Salud «promoverá la «equiparación, como referencia, a las condiciones de uso establecidas para los productos del tabaco».

Alcohol

En cuanto al alcohol, el borrador plantea mayores restricciones a su publicidad, venta y consumo, en aras a la protección de los menores. El consejero no ha dado muchos detalles sobre esta novedad y ha señalado que la nueva regulación se refiere a su venta en instalaciones deportivas, sanitarias y sociosanitarias, o universidades.

El anteproyecto también recoge la existencia de los clubes de cannabis, pero no desarrolla su regulación, que se contemplará en una reglamentación posterior.

En referencia a las sanciones, se han actualizado sus cuantías que van desde los 600 por infracciones leves, hasta los 600 por muy graves, pasando por multas de hasta 10.000 euros cuando sean graves.

Cuando el responsable de una infracción sea menor podrá sustituirse la multa por medidas reeducadoras, como trabajos en beneficio de la comunidad.

El consejero ha subrayado que el borrador vela de forma especial por la salud de los menores y de los colectivos más vulnerables y profundiza en la prevención y en la promoción de los estilos de vida saludables.

A lo largo de los últimos años, Euskadi ha contado con dos leyes sobre adicciones, en 1988 y en 1998, esta última modificada en tres ocasiones.

Además, hasta el momento se han puesto en marcha seis planes vascos de drogodependencia y adicciones, a los que se suman las iniciativas locales y forales.