El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, sostuvo ayer que hay que debatir la «despenalización de todas las drogas». Lo hizo durante una entrevista para FM Nacional Rock. Se mostró a favor de buscar «nuevos paradigmas» en la lucha contra el narcotráfico y destacó la necesidad «de discutir una nueva forma de regular no sólo el consumo sino la cadena de producción y la comercialización de las drogas». Y aclaró que se refería a todas las sustancias porque «los efectos psicoactivos (de las drogas) son exactamente iguales».

«Sigo pensando que el modelo de lucha contra las drogas, tradicional, que ha planteado el modelo Nixon para aquí, ha fracasado en el mundo y que se deben dar nuevos paradigmas. Estoy totalmente convencido de que hay que discutir una nueva forma de regular no sólo el consumo sino toda la cadena de producción y comercialización de las drogas», señaló Berni en diálogo con el programa El fin de la metáfora. Algo similar había afirmado en otra entrevista radial a comienzos de este año.

Los especialistas discrepan sobre la propuesta de Berni. Ricardo Paveto, presidente de la Asociación Argentina de Reducción de Daños (ARDA), le dijo a Clarín que apoyarían la reforma del Código Penal que despenaliza la tenencia de sustancias ilegales para consumo personal. «Lejos de lo que se piensa, el Estado estaría más presente que nunca al hacerse cargo de una problemática sanitaria que ya atraviesa todos los sectores sociales. Hoy las penas caen en los cuerpos de personas que necesitan ayuda, no una condena», opinó Paveto.

Para Carlos Sanguinetti, subsecretario de Salud Mental y Atención a las Adicciones de la Provincia, para tocar el tema de la despenalización del consumo falta mucho. «Antes hay que hacerle frente a la narcocriminalidad y debemos afianzar desde el Estado los servicios de atención y prevención. Sólo en ese marco puede darse la discusión que plantea Berni», dijo.

Cuando le preguntaron al secretario de Seguridad si su postura contemplaba a todas las sustancias ilegales, respondió: «Por supuesto. ¿Por qué unas sí y otras no si los efectos psicactivos son exactamente iguales?». Pero los especialistas consultados aclararon que cada droga tiene características diferenciadas, que no todas tienen el mismo nivel de adicción y que atraviesan diferentes sectores sociales. «Mientras el alcohol es consumido por toda la población, el paco sigue siendo la droga de los pobres. La pasta base, por ejemplo, deteriora el organismo mucho más rápido que otras sustancias», explicó Sanguinetti. «Como cada droga es diferente, se necesita una política dúctil, flexible, que integre a quienes padecen un consumo conflictivo teniendo en cuenta su historia y su entorno», propuso Paveto.