El pasado dieciocho de octubre finalizó la sexta reunión de la Conferencia de las Partes para el control del tabaco, que busca a través de regulaciones jurídicas reducir la tasa de consumo de tabacos en el mundo.

Según el portal web de la OMS, una de las primeras decisiones aprobadas son las medidas fiscales. Los impuestos sobre el tabaco son un instrumento altamente eficaz para influir en los precios del tabaco, lo que a su vez provocará la reducción del consumo.

La medida prevé el seguimiento, el aumento y el ajuste anual de las tasas tributarias, teniéndose en cuenta la inflación y el aumento de los ingresos. Al mismo tiempo, todos los productos de tabaco deberían gravarse de forma comparable para prevenir la sustitución de unos productos por otros.

Otra de las normativas adoptadas es la decisión con respecto a los cigarrillos electrónicos. La normativa permite a las Partes prohibir o regular estos productos como consideren apropiado, ya sea como productos de tabaco, productos medicinales, productos de consumo o cualquier otra categoría de producto, e insta a las Partes a considerar la posibilidad de prohibir o restringir su promoción, publicidad y patrocinio.

En la declaración se pide a las Partes que refuercen la colaboración internacional en el control del tabaco con miras a lograr la meta mundial de aplicación voluntaria de reducir en 30% la prevalencia del consumo de tabaco para 2025.