La Facenda de la Esperanza es una comunidad terapéutica que tiene sus orígenes en Brasil y que hoy por hoy ya se ha extendido en todo el mundo, siendo la Argentina el segundo país después de Brasil con más facendas en el mundo. Ahora ha llegado a Formosa y está próximo a construir su espacio físico para albergar a los jóvenes que deseen salir de la situación de las drogas, el alcohol o cualquier otro tipo de adicción que esté afectando sus vidas.

El padre Raúl Méndez, es el presidente de la Comisión que acercó la comunidad y la trajo a la provincia, en tanto el señor Carlos Ledesma es el coordinador del grupo Esperanza Viva de la catedral, junto al señor Humberto Capello vinieron hasta los estudios de Radio Uno para comentar qué es la facenda, a qué se dedica y cómo será la actividad cuando comience a funcionar en Formosa.

Carlos Ledesma, quien es el coordinador del Grupo Esperanza Viva comentó que la Facenda «es básicamente una comunidad terapéutica en la que los jóvenes reciben una atención y un tratamiento basado en tres ejes fundamentales, la espiritualidad, el trabajo y la convivencia, no hay profesionales, son simplemente los chicos recuperados los que dan su testimonio de vida y con la ayuda de la palabra de Dios, irán acompañando a los que ingresen a la comunidad».

La Facenda tiene ya 30 años de experiencia cuando comenzó a funcionar la primera en una localidad de Brasil y luego se extendió a todo el mundo.
En Formosa particularmente su historia comenzó allá por el 2009 cuando un grupo de chicos viajaron a Córdoba, según contó Ledesma, y allí tuvieron su experiencia de vida y al regresar se planteó la posibilidad de establecer una comunidad acá porque para muchos viajar a Córdoba era una complicación, sobre todo para los padres que los tenían que ir a visitar.

Entonces se contactaron la gente de la Facenda, pidieron asesoramiento, consiguieron el aval del Obispo y comenzaron a estructurar y organizar todo para buscar un lugar físico donde establecerse.

«Ese lugar físico ya está preparado, será frente al Aeroclub de Formosa, unos 400 metros campo adentro, es un terreno chiquito que nos donó una persona, son 8 hectáreas pero tenemos la posibilidad de ampliarlo de ser necesario». El encargado de la construcción de la casa será el señor Humberto Capello.

Qué se hace en la facenda

Consultados sobre las actividades que realizarán los chicos en la comunidad, el señor Ledesma explicó que por lo general los chicos están ocupados en oficios, porque se prioriza mucho la cultura del trabajo, «los chicos ahí nunca van a estar ociosos» dijo, y además destacó que no solamente los trabajos serán de limpieza u orden en la misma comunidad, sino que saldrán a realizar a trabajos en parroquias y diferentes lugares donde se necesite de su ayuda.

No podrán fumar ni tampoco tener aparatos electrónicos como celulares o computadoras, «la idea es desconectarlos de todas esas cosas y que busquen la conexión en su interior con ellos mismos para realizar el trabajo de reflexión y perdonarse para poder trabajar sobre sus errores y sus problemas», explicó el coordinador del grupo Esperanza Viva.

Para ingresar a la comunidad lo que los jóvenes deberán hacer es escribir una carta de puño y letra done soliciten el ingreso a la Facenda, sincerando los motivos que lo llevan a tomar esa decisión.

«Allí la gente de la comunidad analizará el pedido y si hay lugar se los admitirá, previamente deberán realizarse estudios médicos, por lo que se les dará un tiempo para ello y en caso de ser necesario, también podrán solicitar su derivación, con la debida notificación de sus padres».

La mayoría de los jóvenes en Formosa que acuden al grupo de Ledesma tienen problemas con las drogas y el alcohol, aunque también hay mucha dependencia por los teléfonos celulares, aunque en menor medida.

Para contactarse con ellos para así poder tener más información, acercarse al grupo de oración Esperanza Viva quienes tienen sus actividades todos los días en horarios de la tarde en la catedral.