El ministro de Justicia de Colombia, Yesid Reyes, defendió este miércoles en Washington una política de drogas que deje atrás «métodos de 1970» centrados en la persecución criminal, como una propuesta de Bogotá de cara a la Asamblea General Extraordinaria de las Naciones Unidas sobre drogas de 2016.

«Las organizaciones de tráfico de droga han modificado muchísimo sus estrategias en los últimos 40 y 50 años y nosotros no hemos hecho lo mismo. Seguimos centrados en la aplicación del derecho penal, en meter gente en la cárcel», afirmó Reyes en una conferencia en el centro de estudios Inter-American Dialogue de Washington.

Reyes visita esta semana Estados Unidos, el principal aliado de Colombia en la lucha antidrogas, para presentar su propuesta de apertura en esta materia de cara a la sesión extraordinaria de la Asamblea General de la ONU en Nueva York el año que viene, la primera sobre narcóticos desde 1998.

Este encuentro pretende marcar las líneas maestras de la nueva estrategia internacional en materia de drogas, dado que el enfoque represivo utilizado en las últimas décadas no ha funcionado, según han denunciado numerosos países, entre ellos Colombia.

«No debemos renunciar a la persecución de las drogas pero debemos usar herramientas distintas a las de los 70. Estos métodos nos han permitido ganar alguna batalla contra las drogas, pero no han acabado con el negocio», esgrimió el titular de Justicia colombiano.

«La utilización del derecho penal no es la vía más adecuada para combatir el narcotráfico, porque a veces esa actuación lo convierte en un negocio aún mejor, ya que si la producción es más difícil, el producto es más caro y el negocio es mejor para las organizaciones criminales», esgrimió Reyes.

El Gobierno colombiano defiende un enfoque que priorice la salud pública y los derechos humanos, además de métodos alternativos para la erradicación de plantas ilícitas, como la sustitución de esos cultivos por otros como café o cacao.

Colombia tiene un papel de liderazgo en el grupo de trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA) para buscar alternativas al encarcelamiento, la clave del Plan de Acción Hemisférico sobre Drogas 2016-2020 que negocia el organismo y que se aprobará en noviembre.

Ese documento, «será fundamental» en la Asamblea General Extraordinaria de las Naciones Unidas del próximo año, según señaló la semana pasada el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

Para explicar la propuesta antidrogas de Colombia, el ministro de Justicia se reunirá esta semana con representantes del Gobierno, autoridades judiciales, de cooperación y del Legislativo de Estados Unidos.