Un documento en el que la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), sugeriría a los países la descriminalización del uso y la posesión de drogas para consumo personal, fue filtrado y generó controversia.

«Este documento aclara la postura de la UNODC para informar las respuestas de los países para promover un enfoque sobre políticas de drogas basado en los derechos humanos y de salud. Explica que la descriminalización del consumo de drogas y la posesión para consumo personal es consistente con las convenciones internacionales de control de drogas», dice la introducción al documento.

El texto fue difundido en primer lugar por Richard Branson, fundador de Virgin Group y reconocido defensor de la descriminalización del uso de drogas. Luego rebotó en varios medios y desde la ONU salieron a desmentir que se tratara de un documento formal que determinara un cambio de política.

El documento sotiene que «tratar el uso de drogas por razones no médicas y la posesión para consumo personal como ofensas criminales, ha contribuido a problemas en la salud pública y ha inducido consecuencias negativas para la seguridad y los derechos humanos».

En ese sentido, detalla que «la amenaza de un arresto y de sanciones criminales han demostrado ampliamente que han obstruido el acceso a servicios de salud que salvan vidas como agujas y jeringas estériles, tratamientos sustitutivos con opiáceos(.) contribuyendo a la producción de muertes prevenibles por virus transmitidos por la sangre y sobredosis de drogas».

Otro efecto negativo que, según el documento, tiene la criminalización de la tenencia de drogas para consumo personal es la «discriminación, la exclusión social y la violencia».

El texto también sostiene que «alrededor del mundo, millones de personas son encarceladas por delitos menores y no violentos relacionados con drogas, a pesar de las disposiciones de las convenciones internacionales sobre control de drogas que permiten aplicar alternativas a la prisión en casos de naturaleza menor».

«El encarcelamiento, a su vez, alimenta la pobreza y la exclusión social, ya que tener antecedentes criminales puede afectar negativamente el acceso al empleo futuro, la educación, la vivienda y la custodia de menores, como así también el ejercicio de derechos civiles como votar», sostiene el texto. «Las malas condiciones y la falta de servicios para el HIV, incluyendo los tratamientos para droga dependencias, en las prisiones pueden alimentar el contagio de HIV, hepatitis viral y tuberculosis entre las personas que usan drogas, y aumentar el riesgo de sobredosis», añade.

Como conclusión, el documento destaca que «las convenciones internacionales de control de drogas no imponen a sus países miembros obligaciones para criminalizar el uso de drogas y la tenencia para consumo personal».

En ese sentido, sugiere que «los países miembro deberían considerar la implementación de medidas para promover el derecho a la salud y reducir el hacinamiento en las prisiones, incluso descriminalizando el uso de drogas y la tenencia para consumo personal».

Y también asegura que la penalización es «innecesaria y desproporcionada.»

Frustrado

Según publicó la BBC, «el intento de los funcionarios de la ONU para hacer que los países descriminalicen la posesión y el uso de todas las drogas ha sido frustrado».

«El documento de la UNODC ha sido retirado ante la presión de al menos un país», sostiene la cadena británica. Además, detalla que «el documento fue elaborado por la Dra. Mónica Beg, jefa de la sección de HIV/Sida de la UNODC en Viena» y que «fue preparado para una conferencia internacional sobre reducción de daños que se está celebrando en Kuala Lumpur».

Según detalla la BBC, Fuentes de la UNODC indicaron que el documento «nunca fue sancionado por la organización como política» y que la Dra Beg es «una funcionaria de rango medio que estaba ofrenciendo un punto de vista profesional».

Por otra parte, Time cita a David Dadge, un vocero de la UNDOC, que asegura que el documento «no es ni formal ni final» y que «no puede ser leído como una declaración de política de la UNDOC».

El vocero aclara que se trata de «un desafortunado malentendido» y que el documento permanece «bajo revisión».

Un debate abierto

Ante la difusión de este documento, Graciela Touzé, presidenta de Intercambios AC, una ONG argentina dedicada al estudio y atención de problemas relacionados con las drogas. señaló que «sería muy importante que la UNODC oficialice el documento y no ceda a las presiones de algunos países, ya que abriría la posibilidad de un debate abierto y franco de cara a la Sesión Especial de la Asamblea de Naciones Unidas (UNGASS) sobre drogas del año que viene».

«Está más que claro que las convenciones sobre estupefacientes no pueden estar por encima del sistema universal de derechos humanos», sostuvo Touzé, y aseguró que la criminalización «está provocando innumerables violaciones a los derechos humanos en muchísimos países de todo el mundo».