La Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido (NCA, en inglés) presentó el miércoles una campaña con Colombia contra el consumo de drogas derivadas de la cocaína, en la que se muestran los efectos de su producción en las comunidades y el medioambiente. Intenta concientizar a las personas adictas a través de un video compartido en YouTube.

La etiqueta «#EveryLineCounts (#CadaRayaCuenta)», que circulará en las redes sociales Twitter, Facebook y canales de YouTube, incluye imágenes de la violencia ligada al narcotráfico y la animación titulada «Cómo fabricar cocaína», que expone el daño que la droga causa desde el inicio de su producción hasta que llega a las calles del Reino Unido.

El jefe de la división antidroga de la NCA, Tony Saggers, dijo que la campaña está orientada a las personas que consumen cocaína de forma recreativa, «a quienes quizá puede preocupar la explotación de trabajadores en fábricas o los abusos medioambientales» pero que «no son conscientes del daño que causa su raya ocasional».

«Creemos que muchos quedarán conmocionados por la realidad. Cuando consumen cocaína, aparte de poner sus vidas en riesgo, están alimentado una industria que emplea de forma rutinaria la muerte, la violencia y la destrucción en su proceso productivo», declaró en un comunicado.

La iniciativa se ha preparado en colaboración con las autoridades de Colombia, país con el que el Reino Unido trabaja estrechamente en la lucha contra el narcotráfico.

El general Ricardo Alberto Restrepo, de la Policía Antinarcóticos de Colombia, señala en el comunicado que la producción de la droga para consumo en Europa deriva en delitos como «asesinatos, extorsiones, robos, lavado de dinero y contrabando».

«Cada libra esterlina gastada en el Reino Unido para comprar droga será utilizada para adquirir armas de fuego, que matarán a policías y mujeres y otras personas vinculadas a la actividad del narcotráfico», afirmó.

El Reino Unido es el principal consumidor de cocaína de la Unión Europea, seguido de España, según los últimos datos, publicados en octubre, del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA).