Fumar y ser expuestas al humo de segunda mano podría provocar una menopausia precoz e infertilidad en las mujeres, sugiere un estudio reciente.

Otras investigaciones han vinculado fumar con unas tasas más altas de infertilidad, y quizá con una menopausia más temprana. Pero «se ha investigado menos sobre el humo de segunda mano», sobre todo en mujeres que nunca han fumado, apuntó el autor del estudio, Andrew Hyland, presidente de conductas de salud del Instituto Oncológico Roswell Park en Buffalo, Nueva York.

En el estudio, Hyland y sus colaboradores evaluaron a las mujeres inscritas en la Iniciativa de Salud de las Mujeres, un estudio de gran tamaño que comenzó en 1991 para observar una variedad de temas de salud en más de 160,000 mujeres postmenopáusicas generalmente sanas.

El equipo de Hyland observó información sobre la edad de la menopausia y la fertilidad, junto con la exposición al tabaco, en algunas de las mujeres inscritas en el estudio. Los investigadores evaluaron información disponible sobre 88,000 mujeres para observar los efectos sobre la fertilidad. También examinaron la información de unas 80,000 para estudiar el inicio de la menopausia natural, o no quirúrgica.

Tanto fumar como la exposición al humo de segunda mano se vincularon con problemas de fertilidad y menopausia precoz (antes de la edad típica de 50 años), hallaron los investigadores.

En comparación con las que nunca habían fumado, las fumadoras actuales o ex fumadoras tenían un 14 por ciento más de probabilidades de ser infértiles y un 26 por ciento más de probabilidades de sufrir una menopausia precoz. La menopausia precoz se ha vinculado con un riesgo más alto de mortalidad por todas las causas, apuntó Hyland.

Entre las que nunca habían fumado, las expuestas al nivel más alto de humo de segunda mano (como vivir con un fumador durante 10 o más años) tenían un 18 por ciento más de probabilidades de sufrir de problemas de fertilidad y de menopausia precoz, encontró el estudio.

Las mujeres que habían fumado en algún momento alcanzaron la menopausia 22 meses antes que las que nunca habían fumado o nunca se habían expuesto al humo. Las expuestas al nivel más alto de tabaquismo pasivo alcanzaron la menopausia 13 meses antes que las que no habían sido expuestas, según los hallazgos.

Pero el estudio no puede probar causalidad, añadió Hyland. «Se trata de un estudio observacional que observa datos ya recolectados», dijo. «[El vínculo] podría ser algo asociado con el desarrollo temprano y la exposición en la niñez temprana».

El humo interactúa con las hormonas y también puede tener efectos adversos, añadió.

El estudio aparece en la edición en línea del 15 de diciembre de la revista Tobacco Control.

Los hallazgos son un valioso recordatorio de que siempre hay que evitar el humo, sentenció Patricia Folan, directora del Centro de Control del Tabaco del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York.

«Este estudio ofrece una motivación y unos incentivos adicionales a las mujeres de todas las edades para evitar fumar y la exposición al humo de segunda mano, y también para dejar de fumar», enfatizó. Ambas cosas se asocian con el parto prematuro, un peso bajo al nacer, la muerte infantil y ciertos defectos congénitos, añadió.

«Esta evidencia, además de los datos del estudio actual, ofrecen a los proveedores de atención sanitaria, sobre todo a los ginecoobstetras, la información necesaria para aconsejar a las mujeres sobre los peligros de fumar y del humo de segunda mano, y para animar al abandono del hábito», dijo Folan.

Más información

Para más información sobre el riesgo del humo de segunda mano, visite la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).