Los jóvenes son uno de los grupos más vulnerables de la sociedad. Por una parte, su falta de experiencia no les permite tener un referente para conocer qué actos y actividades pueden resultar dañinos para ellos y por otra, la propia iniciativa, que no tiene freno durante esa etapa de la vida, les fuerza a experimentar con sustancias que pueden resultar totalmente dañinas para ellos.

El consumo de alcohol y drogas se inicia en esa etapa de la vida. La imitación de conductas que realizan los adultos les sirven para intentar llegar hasta esa etapa de manera más rápida, sin saber que en el proceso se están autodestruyendo sin remedio.

La presión social para «dejar de ser niños» fuerza a los más pequeños a realizar una serie de acciones para reafirmarse y les hace asumir unos riesgos que aunque no parezca que tengan efectos a corto plazo, pueden marcarles por el resto de la vida, haciendo que adopten unos hábitos que acabarán por marcar su crecimiento y a dirigir su vida como adultos hacia caminos equivocados y nocivos.

La presión social hace que los jóvenes asuman unos hábitos nocivos que pueden traer serias complicaciones para ellos.

La necesidad de crecer hace que los jóvenes se fijen en hábitos como el fumar y consumir alcohol «para hacerse mayores» y «no ser confundidos con niños». Este proceso de imitación se produce en un momento en el que el cuerpo todavía está en proceso de formación. La acción de estas sustancias causa cambios significativos en el cuerpo de los jóvenes, algo que puede causar secuelas importantes aunque tarden años en aparecer.

A nivel psicológico, la acción de estos comportamientos también causan problemas y tienen serias consecuencias. Lo que hoy parece un juego, con unas caladas a un cigarrillo o una cerveza, en algunas ocasiones puede conducir hasta la prueba con sustancias más peligrosas y adictivas.

Al final, el consumo se puede hacer habitual y conducir a dar un paso más, buscando otro tipo de sensaciones que aunque ofrezcan unas experiencias divertidas en un primer momento, acaban destrozando la vida de muchas personas.

José Manuel Torres, Experto en adicciones, Centro de desintoxicacion.
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