«La fibrilación auricular es el trastorno más común del ritmo cardíaco y se asocia con un aumento, de hasta cinco veces, del riesgo de accidente cerebrovascular isquémico», ha comentado el doctor. Además, «también se asocia con una mayor mortalidad, una reducción de la calidad de vida y un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca».

El objetivo del estudio es evaluar la incidencia y los predictores del ictus isquémico en pacientes de bajo riesgo con fibrilación auricular no valvular. La investigación ha incluido a 25.252 pacientes de bajo riesgo de entre 18 y 64 años de edad, de un total de 345.123 pacientes.

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