Varios expertos británicos insisten en que los cigarrillos electrónicos salvan vidas y consideran «alarmista» la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de prohibir su uso en espacios cerrados y la venta a menores.

En diferentes artículos difundidos hoy, los partidarios de este sustitutivo del tabaco, con el que se inhala nicotina vaporizada, argumentan que es un mecanismo muy útil para dejar el hábito de fumar cigarrillos convencionales.

Un equipo del University College London (UCL) valora en un estudio que, por cada millón de fumadores que cambiara el tabaco por los cada vez más populares ‘e-cigarrillos’, «podrían prevenirse más de 6.000 muertes prematuras cada año en el Reino Unido».

Hay unos nueve millones de fumadores en este país, y si todos se pasaran al nuevo cigarrillo, se salvarían 54.000 vidas -computando incluso la posibilidad de que este conllevara un incremento del riesgo de muerte prematura-, aseguran.

Seguir leyendo >>