La Junta Nacional de Drogas detectó que aumentó el consumo de drogas de síntesis en Uruguay. Eso se corresponde con que las incautaciones se multiplicaron por siete entre 2015 y 2016.

El gobierno enfatiza cada vez más en la reducción de riesgos por el consumo de estas sustancias y es por eso que comenzaron a implementar distintas herramientas en las fiestas de electrónica, donde identificaron que se dan los mayores abusos: instalaron información visible en los locales, carpas de achique y se aseguran de la disponibilidad de servicios sanitarios, agua y espacios de descanso.

Por otro lado, la Junta Nacional de Drogas repartió ayer un afiche en donde se centra en la prevención de posibles problemas con el consumo. «Si estás en una fiesta de electrónica: cuídate y disfruta», dice.

Seis recomendaciones para usuarios de drogas sintéticas:

  • No repetir la dosis: los efectos empiezan a notarse entre 30 minutos y una hora luego del consumo y continúan durante 2 o 4 horas.
  • Beber pequeñas cantidades de agua regularmente: para prevenir la deshidratación, que se genera porque la droga produce que aumente la temperatura corporal.
  • Para evitar crisis de ansiedad y ataques de pánico: asegurarse de estar acompañado y buscar un lugar tranquilo y fresco ante situaciones de inquietud y nerviosismo.
  • Tolerancia y depresión post-éxtasis: cuanto mayor consumo y frecuencia de éxtasis la «subida» dura menos, la «bajada» es más fuerte y los efectos adversos más intensos.
  • Evitar las mezclas: la combinación con otras drogas aumenta el riesgo. Si se combina con alcohol u otros depresores aumenta la deshidratación. En tanto, si se consumen pastillas con cocaína no se siente el efecto de «subida» del éxtasis -aunque esté actuando en el organismo- y eso puede provocar sobrestimulación. Las drogas sintéticas si se consumen con sustancias que producen efectos alucinógenos, se pueden potenciar los efectos.
  • Intoxicación: la JND asegura que en caso de intoxicación por alguna droga de síntesis es fundamental recibir asistencia inmediata por parte del personal de salud.

«Son drogas que tienen grandes efectos contra la salud, se fabrican de forma clandestina, entonces no hay ningún tipo de control en saber los componentes que tienen. Eso a todo el sistema de salud nos genera una alerta», advirtió ayer la subsecretaria del Ministerio de Salud Pública, Cristina Lustemberg.

La preocupación del gobierno radica en que prevén un aumento del consumo y que la edad de inicio cada vez menor. En tanto, les preocupa la variabilidad en su composición y la diversidad de sintomatología.