Durante los últimos 80 años se nos ha enseñado que entre las razones por la que el Cannabis es ilegal, es que es una «droga de entrada», la cual conduce a drogas más duras como la heroína, la cocaína… drogas que en todos los casos necesitan un tratamiento de desintoxicación.

Las pastillas vendidas mediante prescripción médica son la nueva puerta de entrada

Estas píldoras, como la Hidrocodona, la Morfina y la Oxicodona son altamente adictivas y funcionan de manera muy diferente a otras drogas como la marihuana.

Son legales, más fáciles de encontrar, tienen efectos diferentes y son recetadas para eliminar temporalmente la sensación de dolor y sedar a los que las consumen.

Cuando se corta el suministro legal, los consumidores de drogas recetadas recurren a los mercados de drogas ilegales para buscar esa misma sedación. Incluso en este punto los adictos a los analgésicos y otros medicamentos, son capaces de consumir drogas como la Heroína.

El alcohol: la entrada clásica

El alcohol es la primera «droga» que la mayoría de la gente prueba siendo una droga legal absolutamente presente en nuestras vidas y aceptada. Aunque conocemos los daños que puede provocar el abuso de alcohol, apenas relacionamos el alcoholismo con cualquier otro tipo de abuso de sustancias.

Muchas personas adictas a las drogas a menudo comienzan con el consumo excesivo de alcohol, lo que puede conllevar a un problema de sobredosis de opioides que frecuentemente también involucra combinaciones peligrosas de drogas, mezclando la heroína y los analgésicos con alcohol.

Cambio de la educación sobre drogas

El problema es el estigma de que el Cannabis es malo porque es ilegal, y es ilegal porque es perjudicial. Los programas de drogas para niños enseñan que la Marihuana, la Heroína y la Cocaína caen en una categoría de «drogas duras».

Los analgésicos recetados en cambio, caen en la categoría de «medicamento». Esta forma general de identificar y erradicar las drogas nos ha hecho tener un mal enfoque, ya que asumimos que una droga es «blanda» o «buena» y que se puede consumir sin miedo a experimentar efectos secundarios, pero resulta ser más dañina.

Lo que realmente necesitamos hacer es enseñar a la población que un tipo de droga, es cualquier sustancia que puede alterar la mente y /o el cuerpo, en lugar de usar etiquetas simplistas como «dura» o «blanda»

Necesitamos tener presente que tanto las drogas legales como las ilegales tienen efectos individuales que deben ser estudiados objetivamente. Sólo entonces, podremos saber cómo consumir una sustancia o medicamento de forma segura y responsable.

José Manuel Torres García, experto en adicciones en Help Adicciones, centro de desintoxicación de drogas