De acuerdo con las estimaciones, en torno a 275.000 europeos -de los que cerca de 28.500 serán españoles- fallecerán a lo largo del presente 2017 por culpa de un cáncer de pulmón, el más letal de entre todas las enfermedades oncológicas. Un tipo de tumor que, cuando menos, tiene su origen en hasta un 85% de los casos en el tabaco. De hecho, los fumadores tienen un riesgo 20 veces mayor de sufrir esta enfermedad, por lo que en caso de sospecha de su aparición deben someterse a pruebas muy invasivas -por lo general, a una biopsia pulmonar- para confirmar o descartar su presencia. Pero, ¿no hay ningún método que permita detectar el cáncer de pulmón de forma menos invasiva y, sobre todo, más rápida? Pues según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (EE.UU.), sí. Y para ello, tan solo hay que tomar una muestra de la mucosa nasal con una torunda -un bastoncillo con algodón.

Como explica Avrum Spira, director de esta investigación publicada en la revista «Journal of the National Cancer Institute«, «nuestro equipo ya validó un biomarcador de la expresión de los genes del epitelio bronquial para detectar el cáncer de pulmón tanto en fumadores como en ex fumadores. Un método innovador que, disponible desde el año 2015, está mejorando de forma notable el diagnóstico de este tipo de cáncer. Y dado que la expresión de los genes del epitelio bronquial y nasal se ve alterada de una forma similar por la exposición al humo de los cigarrillos, realizamos este nuevo estudio para evaluar si la expresión genética asociada al cáncer también puede detectarse en el epitelio nasal, mucho más accesible».

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