Nota: artículo original publicado en http://www.abc.es

Las bebidas energéticas son cada vez más populares. Y no solo entre los deportistas que quieren mejorar su rendimiento, sino también entre aquellos que, para prolongar sus noches de fiesta, recurren al alto contenido de cafeína de estas bebidas en sus combinados con alcohol. Pero cuidado: si bien estas bebidas energéticas pueden llegar a ser por sí mismas muy perjudiciales para la salud, cuando se consumen con el alcohol pueden ser doblemente peligrosas. Y es que como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro para la Investigación de Adicciones de la Columbia Británica en Victoria (Canadá), las bebidas energéticas minimizan la autopercepción de ebriedad, por lo que los usuarios, en plena borrachera, continúan bebiendo y aumentan su riesgo de sufrir lesiones, ya sean intencionadas -como las sufridas en las peleas y otras conductas violentas ‘alentadas’ por el alcohol- o no intencionadas -principalmente caídas y accidentes de tráfico por conducción bajo los efectos del ‘abundante’ alcohol.

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