En un trámite ágil, sorpresivo por la idiosincrasia conservadora de los habitantes de montaña, la Legislatura de Mendoza aprobó el uso medicinal de aceite de cannabis para pacientes con epilepsia refractaria y la posible incorporación de otras enfermedades al tratamiento. No permite el autocultivo.

«Somos la quinta provincia del país en aprobar esta reglamentación, después de Chubut, Neuquén, Santa Fe y Salta.», dijo la senadora Patricia Fadel (FPV), autora del proyecto presentado en noviembre de 2016. «Los padres con hijos que tienen epilepsia refractaria y que han podido acceder al aceite de cannabis, han visto resultados rápidos y una mejor calidad de vida paras sus niños», explicó Fadel.

El proyecto fue aprobado, [el mediodía del martes 28], por el Senado mendocino. Contó con el apoyo de todos los bloques y el compromiso del gobierno provincial de Cambiemos para aportar los recursos y llevar adelante la implementación del uso medicinal terapéutico y paliativo del cannabis.

La ley busca terminar con el cultivo particular y la elaboración de aceite, sin control de calidad. El Ministerio de Salud de Mendoza será la autoridad de aplicación y deberá redactar un marco regulatorio para implementar, vigilar y controlar las investigaciones médicas y científicas, incluidos experimentos clínicos con aceite de cannabis y sus derivados de grado farmacéutico de pureza requerida por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).

La ley crea la una unidad de vigilancia tutelada para que puedan utilizar esta medicación los pacientes que padecen epilepsias refractaria y demás patologías cuando las apruebe el ANMAT. Ahora no podrán acceder al tratamiento con aceite de cannabis varios pacientes que padecen otras enfermedades, como autismo o convulsiones.

«Un montón de gente ha quedado afuera, ya que puede tomar un año determinar cuáles patologías se van a incluir», se quejó el diputado del Frente de Izquierda Héctor Fresina (FIT). Es el caso de Vanesa Funes y Leonardo Martì, que tienen a su hijo mayor, León (5), con una rara enfermedad llamada rasopatía y han comenzado un tratamiento en base a aceite de cannabis con el asesoramiento de la Fundación Daya, de Chile.

«Hoy nuestro caso no está incluido. Pero se abre una puerta para lograrlo», dijo Vansesa. Su marido agregó: «La ley sólo prevé que se provean dos tipos de aceites, sin abrir la posibilidad de poder producir a nivel local y conseguir variedades vegetales con distinto genotipo para distintas patologías».

Liliana Pérez (UCR), presidenta de la Comisión de Salud de Diputados, negó que vayan a quedar afuera muchas familias que necesitan el tratamiento: «Esperamos que pronto puedan agregarse otras patológica y que los organismos nacionales, como el INTA, puedan abocarse a la investigación y el cultivo».

El suministro de aceite de cannabis será controlado y otorgado de forma gratuita para los pacientes que se atiendan en hospitales públicos. La norma establece que la obra social de empleados públicos OSEP deberá garantizar el acceso a esta medicación para sus afiliados; e invita al resto de las obras sociales y prepagas, a adherir.

En el Congreso Nacional

El proyecto de ley sobre la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados obtuvo hoy dictamen en un plenario de comisiones en la Cámara de Senadores y podría ser puesta a consideración, sobre tablas, durante la sesión ordinaria prevista para mañana.