En la denominada era digital, alrededor del 15,4% de la población española mantiene un uso del teléfono móvil muy elevado e, incluso, en riesgo de padecer complicaciones. De hecho, el 5,1% ya se puede considerar un porcentaje con un consumo problemático o adictivo, según una investigación en la que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

El uso del teléfono móvil se convierte en problemático cuando es excesivo en horas o interfiere con las actividades cotidianas, laborales, sociales, familiares o perjudica la salud física del individuo sin capacidad de control. Si este, además, padece otros síntomas como dificultad para resistir a un impulso, angustia o adicción a otras sustancias, tendrá más posibilidades de caer en el enganche al aparato tecnológico.

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