Nota: artículo original publicado en www.gtt-vih.org

Una presentación llevada a cabo en la 25 Conferencia Internacional sobre Reducción de Daños (HR17, en sus siglas en inglés), celebrada recientemente en Montreal (Canadá), ha concluido que la amiloidosis de tipo AA sería más frecuente de lo que se pensaba en usuarios de drogas intravenosas.

La amiloidosis de tipo AA es una patología que aparece como consecuencia de infecciones en la piel y tejidos blandos. Se trata de una enfermedad grave que puede conllevar insuficiencia renal. Aunque no existe un tratamiento efectivo una vez se ha instaurado la amiloidosis, sí que puede prevenirse por medio del tratamiento precoz de los abscesos asociados a la inyección de drogas. Si no administra dicho tratamiento precoz, en los abscesos se acaban generando unas proteínas anómalas proinflamatorias que son solubles y se incorporan al torrente sanguíneo. A pesar de su solubilidad, en un 10% de las personas con presencia prolongada de proteína amiloidea en sangre esta genera depósitos sólidos en riñones, hígado y bazo.

Los riñones suelen ser los primeros afectados y se produce proteinuria (eliminación de proteínas a través de la orina) e hinchazón de las extremidades. A la larga, dicha condición puede producir insuficiencia renal y necesidad de diálisis o trasplante renal. La amiloidosis de tipo AA puede diagnosticarse por medio de biopsia renal o pruebas sanguíneas específicas (que permiten un diagnóstico no invasivo).

Algunas personas que se inyectan drogas por vía intravenosa, en ocasiones, especialmente si no pueden acceder adecuadamente a una vena, se inyectan por vía subcutánea, lo cual incrementa el riesgo de padecer inflamación e infecciones a ese nivel, que finalmente puede desencadenar la aparición de amiloidosis de tipo AA.

En el Reino Unido hasta el 60% de las personas que se inyectan drogas manifestaron haber padecido recientemente infecciones cutáneas o de tejidos blandos y el 10% son hospitalizadas cada año por esta razón. De hecho, desde los servicios de atención a las drogodependencias se ha detectado a lo largo de los últimos años un aumento del número de casos de amiloidosis y de diálisis renal por esta causa.

Para conocer mejor el impacto de la amiloidosis de tipo AA entre usuarios de drogas intravenosas, los autores del presente estudio llevaron a cabo una revisión sistemática de estudios indexados en 6 grandes bases de datos que pudieran haber tratado este asunto. En total identificaron 30 estudios relevantes sobre el tema, la mayor parte de los cuales eran informes de caso o series de casos (las publicaciones con evidencias científicas de menor valor por no poder establecer su representatividad). Dieciocho eran estudios estadounidenses, seis del Reino Unido y seis de otros países europeos.

Todos los estudios identificados habían sido publicados en revistas de nefrología, patología u otras especialidades médicas, pero ninguno de ellos en publicaciones sobre dependencias o dirigidas a reducción de daños. Ello vendría a indicar que este problema no está siendo tenido en cuenta en estos ámbitos probablemente por desconocer su impacto.

La amiloidosis de tipo AA se describió por primera vez entre usuarios de drogas intravenosas en la década de 1970 y los primeros casos en Europa fueron referidos a finales de la década de 1980.

La incidencia de dicha patología no ha hecho más que aumentar durante la pasada década, convirtiéndose en la principal causa de enfermedad renal progresiva entre usuarios de drogas intravenosas. Un estudio noruego halló que la amiloidosis de tipo AA causaría el 75% de los casos de patología renal entre usuarios de drogas intravenosas y un estudio realizado en Rumanía concluyó que la amiloidosis de tipo AA estaría implicada en el 23% de los fallecimientos de usuarios de drogas intravenosas.

La prevalencia de la infección por el VIH y la del virus de la hepatitis C (VHC) sería elevadísima entre las personas usuarias de drogas intravenosas con amiloidosis de tipo AA (entre el 95 y el 100% de estas personas las padecerían según los estudios), aunque es difícil establecer si dichas infecciones -por su componente proinflamatorio- desempeñarían algún papel en el desarrollo de la amiloidosis de tipo AA o simplemente el desarrollo de amiloidosis de tipo AA, por asociarse a un uso elevado y continuado de drogas intravenosas, tendría lugar en colectivos con una elevada vulnerabilidad al VIH y al VHC.

Los usuarios de drogas intravenosas que desarrollan amiloidosis de tipo AA suelen ser diagnosticados muy tarde, probablemente por su situación de exclusión social y su complejo acceso a los recursos sanitarios. Por ello, la mortalidad es elevadísima, ya que cuando las venas están muy deterioradas la diálisis se complica y los casos de sepsis son frecuentes. La supervivencia promedio en este grupo se situó alrededor de dos años después del diagnóstico.

Dado que la amiloidosis de tipo AA es prevenible y potencialmente reversible si el estímulo inflamatorio se elimina (tratando los abscesos antes descritos), sería muy importante incorporar un seguimiento adecuado de estas condiciones en los recursos actualmente existentes diseñados para los usuarios de drogas intravenosas (salas de venopunción, centros de atención y seguimiento de las drogodependencias, etc.).

En esta línea, los autores del presente estudio están llevando a cabo en el Reino Unido una nueva investigación para mejorar la prevención y atención de los problemas dermatológicos entre usuarios de drogas intravenosas para prevenir el desarrollo de amiloidosis de tipo AA (así como para diagnosticarla de forma precoz y derivar adecuadamente a la persona al sistema sanitario). También planean un estudio en el que se realizarán pruebas de cribado en orina para detectar amiloidosis AA.