La mortalidad de las personas dependientes de opiáceos que siguen un tratamiento con metadona (o buprenorfina, en otros países) es tres veces menor que cuando lo abandonan, según concluye un estudio internacional en el que participan la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).

La Organización Mundial de la Salud estima que hay 15 millones de personas en el mundo dependientes de los opioides, entre ellos heroína, morfina o tramadol. Solo el 10% recibe tratamiento, y esta dependencia ocasiona la muerte de 69.000 personas al año. «Nuestro objetivo era comprobar si la mortalidad en los usuarios era mayor mientras estaban en tratamiento. La conclusión principal es que este salva vidas», sentencia Luis Sordo, investigador del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UCM y uno de los autores del estudio, publicado en British Medical Journal.

British Medical Journal (2017); doi: 10.1136/bmj.j1550

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