La Ley del Tabaco 28/2005, de la que se cumplen ahora 12 años, y su modificación a través de la Ley 42/2010, en vigor desde hace siete años, han supuesto un gran avance en términos de salud pública y desde el punto de vista social, señalan la OMC y el CNPT tras la reunión en un comunicado conjunto.

Ambas normativas han contribuido a cambiar la percepción sobre el tabaco, antes considerado un hábito normal y socialmente aceptado, y ahora visto por la mayoría como un problema de salud.

Por otra parte, la exposición de la población al humo de tabaco ambiental se ha reducido en un 57%, la contaminación interior en los locales de ocio se ha reducido en un 90%, y el número fumadores entre 2009 y 2014 se redujo en 1,2 millones.

Sin embargo, su consumo sigue matando cada año a más de siete millones de personas en el mundo (de ellos, 700.000 en Europa y 52.000 en España). En España, el tabaco causa el 13% de todas las muertes y el 25% de las acontecidas en la población entre 35 y 65 años.

Tabaquismo pasivo

El tabaquismo pasivo supone, además, un importante riesgo para la salud, un 15% de la población refiere estar expuesta al humo del tabaco, y esta exposición es mayor en la población joven de 15 a 34 años. También la salud de la población infantil es especialmente vulnerable a la exposición de humo ambiental.

Además, la industria tabaquera, muy poderosa a nivel mundial, gasta miles de millones de euros anualmente en la comercialización del tabaco y se sirve de grupos de presión y de la publicidad para mantener e incrementar su consumo.

El pasado año entraron en vigor el Real Decreto 579/2017 y el Real Decreto Ley 17/2017 para trasponer la Directiva Europea 2014/40/UE de Productos de Tabaco con una visión de mínimos sin incluir medidas más enérgicas que reduzcan el consumo de tabaco y la exposición al humo ambiental.

Otros países de la UE, sin embargo, han aprovechado la oportunidad para introducir mejoras en la prevención y el control del tabaquismo, como la ampliación de los espacios libres de humo y la introducción del paquete neutro de tabaco, añaden.

Tanto desde la OMC como desde el CNPT, se considera necesaria una legislación valiente para disminuir la prevalencia del tabaquismo en España que, actualmente, es superior a la media europea. Ambas organizaciones consideran que el control del tabaco requiere un firme compromiso político, un esfuerzo continuo y la participación de la sociedad civil.

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