El consumo excesivo de alcohol altera el balance funcional en el cerebro, desconecta las regiones corticales mientras aumenta su acoplamiento con regiones subcorticales como el estriado, importantes para la motivación, recompensa y el establecimiento de hábitos de conducta.

Estas son las principales conclusiones de un estudio desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) en colaboración con el Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH-CSIC).

El objetivo de este estudio, realizado en modelos animales, fue determinar las regiones cerebrales que más afectadas resultan por una ingesta excesiva de alcohol. Los investigadores analizaron también la evolución del tejido cerebral durante un periodo de abstinencia, así como tras el suministro de fármacos utilizados actualmente en terapias para tratar el alcoholismo.

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