El dispositivo IQOS (I Quit Ordinary Smoking), iniciales en inglés de «dejo el tabaco habitual», uno de los primeros productos de tabaco sin humo ‘sin combustión’ comercializado como una alternativa más segura a los cigarrillos convencionales, puede no ser tan inocuo como su fabricante afirma, sugiere una investigación publicada en la revista «Tobacco Control«.

IQOS funciona calentando el tabaco pero sin quemarlo. El tabaco se calienta a temperaturas que llegan a 350-400 grados, pero sin llegar a las temperaturas por encima de 1000 grados que se alcanzan cuando el tabaco se quema, como ocurre en el caso de los cigarrillos normales. De esta forma, no se produce pirólisis -o cambios irreversibles de la composición química del tabaco debido al calentamiento a altas temperaturas- y, en consecuencia, el humo que se libera es portador de un menor número de sustancias tóxicas para el fumadori. Funciona con una batería, que imita la apariencia, el gusto y la experiencia sensorial de un cigarrillo. Contiene una varilla térmica especialmente diseñada, que utiliza un dispositivo de tabaco para administrar nicotina. La varilla se calienta a temperaturas muy por debajo con las que los cigarrillos convencionales se queman, produciendo un vapor que se inhala en lugar de fumar.

El fabricante, Philip Morris International, ha evaluado IQOS en varios estudios publicados, pero hasta ahora ha habido poca investigación independiente.

Para tratar de cerrar esta debate, investigadores de la Universidad de California (EE. UU.) se propusieron evaluar el rendimiento de iQOS en cinco diferentes condiciones de soplo. Además, valoraron el impacto de dos protocolos de limpieza: una limpieza completa después de cada uso de una varilla para eliminar el fluido y la suciedad del calentador, y las recomendaciones del fabricante para limpiar el dispositivo después de cada 20 varillas antes de usar los limpiadores de cepillo suministrados con el producto. Los investigadores también querían evaluar si el filtro de película de polímero de plástico, que tiene como objetivo enfriar el vapor, podría representar un riesgo para la salud.

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