La Dra. Nora Volkow se ha hecho eco de un escenario aterrador en todo el país. La gente está administrando naloxona a usuarios de drogas opioides sintéticas que han tenido una sobredosis. Pero el antídoto no funciona bien. Entonces dan otra dosis. Y solo después de múltiples dosis de naloxona, cuatro, cinco o incluso seis veces, esos usuarios de drogas finalmente recuperan el sentido.

La naloxona es el único medicamento disponible para revertir las sobredosis de opiáceos. Pero los informes puntuales sobre sus limitaciones contra los opiáceos sintéticos van en aumento. Impulsadas por esa amenaza para la salud pública, así como por un mercado comercial en auge en la fabricación de naloxona, las compañías farmacéuticas, investigadores y funcionarios de salud están ansiosos por desarrollar nuevos tratamientos para aumentar el uso de naloxona o, en algunos casos, potencialmente reemplazarla.

«Las estrategias que hemos usado en el pasado para revertir las sobredosis pueden no ser suficientes», dijo Volkow, directora del National Institute for Drug Abuse (NIDA), en un discurso reciente en el “National Rx Drug Abuse and Heroin Summit” de 2018. «Necesitamos desarrollar soluciones alternativas para revertir las sobredosis».

Esas alternativas están tomando una variedad de formas. Una empresa de biotecnología está estudiando un medicamento con un modo de acción similar al de la naloxona, un antagonista de opioides, pero que dura aproximadamente cuatro veces más. Algunos especialistas en medicina de las adicciones tienen la esperanza de que un medicamento diferente, la buprenorfina, que se usa actualmente para tratar la adicción a los opioides, también se pueda modificar para revertir una sobredosis. Mientras tanto, los Institutos Nacionales de Salud esperan realizar investigaciones con medicamentos que no contrarresten los opiáceos directamente sino que hagan que el paciente respire, motivo que causa que muchas sobredosis sean fatales.