El número de personas inscritas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), una lista estatal a la que pueden apuntarse quienes quieran que se les vete el acceso al juego online y a establecimientos como bingos, casinos y salas de juego, se ha disparado un 36% de forma paralela a la explosión de las apuestas por Internet.

En 2017, el número de inscritos en ese registro creció otro 9%, hasta la cifra récord de 41.117 personas, según la Memoria de Actividad publicada el viernes por la Dirección General del Juego del Ministerio de Hacienda. Es la mayor tasa de crecimiento desde que en junio de 2012 entró en vigor la Ley 13/2011 de Juegos de Azar, que creó un marco para los operadores de licencias de juego online y permitió el despegue de este sector.

Esa ley estableció la creación de este registro a partir del existente hasta entonces (antiguo Registro de Prohibidos a Bingos y Casinos) para incluir también a las apuestas online. En el RGIAJ se inscribe también a personas incapacitadas para los juegos de azar por sentencia judicial firme.

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