Durante gran parte del siglo XX el tabaco no era considerado tóxico y costó décadas cambiar esa percepción social. Al igual que ocurre con el tabaco, existe sobre el alcohol una creciente información que lo relaciona con problemas de salud tales como, por ejemplo, el cáncer. “Desde principios del siglo XX conocemos la asociación entre el consumo de alcohol y el cáncer. Sabemos que ese consumo causa tumores de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrecto y mama», señala la doctora Aitana Calvo, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. “Aunque el tabaco continúa siendo el principal factor de riesgo asociado al cáncer, se calcula que de las 8,8 millones de defunciones por cáncer en el mundo, aproximadamente 340.000 se deben al alcohol y que entre un 3% y un 3,5 % de los tumores en países desarrollados se deben al alcohol. Por ello, desde la SEOM, recomendamos, al igual que el resto de instituciones sanitarias, reducir o eliminar su consumo», añade.

Sobre el consumo de bebidas alcohólicas existe la creencia popular de que hay un “nivel seguro” y muchas marcas recomiendan un “consumo moderado” de sus productos. La mayor parte de los estudios científicos definen como “consumo moderado” a ingerir menos de una bebida alcohólica al día, pero los expertos advierten de los riesgos para la salud que supone incluso un nivel moderado de consumo “Existe una asociación dosis-respuesta clara con respecto al consumo de alcohol; es decir, cuanto más consumo, mayor riesgo de cáncer. No hay una cifra segura a partir de la cual se pueda garantizar que no hay riesgo, y reducir el consumo, o evitarlo por completo, sí reduce el riesgo de cáncer», explica la doctora Calvo. Pero si queremos datos más concretos sobre la relación entre el desarrollo tumoral y el consumo de bebidas alcohólicas, entonces es necesario analizar por separado las investigaciones realizadas sobre cada tipo de cáncer.

El cáncer colorrectal es el tercer tipo más frecuente y es la cuarta causa de mortalidad por cáncer, con aproximadamente 600.000 muertes anuales. En un artículo publicado en enero de 2018 por la revista Cancers se revisaron múltiples estudios epidemiológicos publicados sobre el consumo de alcohol. “Hemos visto que a nivel epidemiológico aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal conforme se incrementa el consumo de alcohol. […] Y hasta donde llega el análisis de los datos epidemiológicos del cáncer colorrectal no existe oficialmente un nivel seguro de consumo alcohólico que no sea potencialmente carcinogénico», comenta el primer autor del artículo, Marco Rossi (Rush University Medical Center, Chicago), quien también explica que otros factores (como antecedentes familiares de cáncer colorrectal, ser varón o tener un índice de masa corporal superior a treinta) acentúan el efecto del alcohol sobre la incidencia de este tipo de tumores.

Pero los resultados que tenemos sobre el efecto del consumo de alcohol en los cánceres de hígado y páncreas son diferentes: en una revisión publicada en Clinics and Research in Hepatology and Gastroenterology se explica que la mayoría de los tumores hepáticos tienen un origen vírico (aunque en el resto de casos, el consumo de alcohol es un factor de riesgo relevante). Respecto al cáncer de páncreas, todavía son necesarios más estudios para concluir si el consumo de bebidas alcohólicas, y en qué medida, es o no un factor de riesgo.

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