Las cifras justifican el programa que desarrolla el Estado: 16 mil muertes al año atribuibles al tabaquismo, 4 millones 200 mil fumadores en el país y 20% de la población fumadora son adolescentes escolarizados. Estos son los últimos datos recogidos por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS), entidad que actualmente trabaja en el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo.

Lo que se ha hecho es muy poco, hasta ahora sólo las advertencias sanitarias: una resolución del MSDS obliga a colocar imágenes de los daños ocasionados por el cigarrillo en los empaques. Sin embargo, esta medida es el inicio de un programa bien articulado que promete reducir los índices antes descritos; de hecho, la meta es “reducir entre un 1% y 2% anual el consumo de tabaco•, asegura el doctor José Félix Ruiz, creador del plan y coordinador de la división de contraloría sanitaria y de salud del MSDS.

Ahora bien, si algunas de las imágenes que se insertaron en las cajetillas de cigarrillos, como la del cáncer bucal, causaron desagrado y rechazo en algunos consumidores al punto de pedir fueran cambiadas, además de preocupación en las tabacaleras, qué decir entonces de las futuras líneas de acción que se implementarán en el transcurso del año, y que afectarán específicamente los puntos de venta, la publicidad y la carga tributaria. Y es que si bien la mayoría de las estrategias tienen una tendencia claramente educativa, hay algunas de ellas que apuntan directamente al productor y el comercializador del tabaco, en este caso Cigarrera Bigott –que cuenta con un 80% del mercado local– y Tabacalera Nacional –con el restante 20%.

Amárrense los pantalones

Son tres los flancos que pudieran afectar el negocio en el país. En principio, el MSDS se propone crear escuelas libres de humo de tabaco para evitar la iniciación temprana en niños y adolescentes (tal y como lo hizo con el programa piloto implementado en Monagas *), por lo que se tiene pensado “eliminar los puntos de venta y la publicidad de cigarrillos en las cercanías de las escuelas. En Monagas logramos reducir el consumo de cigarrillos”, asegura Ruiz. Si se traslada esta experiencia a las grandes ciudades del país, el número de puntos de venta suprimidos será lo suficientemente considerable como para reflejarse en los balances de cada una de las tabacaleras. Según datos de Bigott, ellos cuentan con más de 36 mil puntos de venta en todo el territorio nacional.

El segundo aspecto que pudiera inclinar negativamente la curva de ingresos es la publicidad. Con el Convenio Marco de la OMS que acaba de firmar Venezuela, se establece la eliminación absoluta de toda apología al tabaco en cualquier medio de comunicación. No habrá artilugio creativo que valga, ni vallas ni patrocinios ni concursos.

Y el golpe definitivo será la carga tributaria. Pese a no tener definido el porcentaje de incremento, se han tomado algunas referencias de países de América Latina. Según voceros de Bigott “de cada 20 cigarrillos que contiene una cajetilla, aproximadamente 11 van dirigidos al estado a modo de tributos”. Pero en el MSDS se está volteando la mirada hacia países como Argentina y Chile, donde el 75% de venta al público es para los impuestos, “si bien no se van a copiar exactamente los modelos, se evalúa su aplicación en el contexto local”, acota Ruiz. Sin embargo, esta medida debe ser primero aprobada por la Asamblea Nacional, pues será considerada en la actualización de la ley del tabaco en Venezuela. Pero no sólo son medidas preventivas y de acción. El MSDS trabaja en el desarrollo de un instrumento de evaluación que permita medir la efectividad. Para ello se han asesorado con un grupo de investigadores canadienses que ha empleado la herramienta. En el país se espera aplicar la encuesta a finales de año para cuantificar, en principio, el impacto de las advertencias sanitarias. Y es que a medio camino se queda el plan si no se pueden medir las consecuencias y el efecto del mismo en la población. Del resultado que arroje dependerá la permanencia de este programa que lleva aproximadamente ocho años de aplicación en una zona piloto del país.

* Monagas es un estado de la zona nororiental del país

Algunas cifras

• En Venezuela se venden 15 mil millones de unidades de cigarrillos al año.

• 2.000 millones de unidades de cigarrillos anuales son del mercado de exportación.

• Un porcentaje no cuantificado corresponde al comercio ilícito (contrabando, imitaciones).

• Valencia y Barquisimeto reportan ventas por 4 mil 600 millones de unidades al año.

• La Zona Metropolitana alcanza los 4 mil 200 millones de cigarrillos vendidos en un año.

• 3 mil millones de unidades se venden en el oriente del país y 2 mil 7000 millones de cigarrillos corresponden a los Andes y el Zulia.