Desde que el presidente Rodrigo Duterte asumió el cargo hace casi dos años, 33 personas han sido asesinadas diariamente por todo el país.

Así lo demuestran los documentos de la Policía Nacional de Filipinas (PNP) obtenidos por Rappler. En aproximadamente dos años, desde el 1 de julio de 2016 hasta el 11 de junio de 2018, la policía registró 23.518 casos de homicidio investigados (HCUI), lo que equivale a un promedio de 33 personas muertas por día.

Los HCUI incluyen casos de asesinato y homicidio, pero no los homicidios por policías en operaciones policiales. También se incluyen asesinatos realizados en encima de una bicicleta o motocicleta perpetrados normalmente por más de una persona (normalmente dos hombres), siendo tratados también como homicidios y asesinatos en el recuento de HCUI.

Desde el 1 de julio de 2016 hasta el 15 de mayo de 2018, la iniciativa de recuento del gobierno #RealNumbersPH ha contabilizado a 4.279 sospechosos asesinados en operaciones antidrogas ilegales, lo que significa un promedio de 6 por día. Estos 4.279 no están incluidos en las HCUI ya que se presume que fueron llevadas a cabo por policías en el cumplimiento del deber.

Los homicidios se producen ya que la administración Duterte continúa llevando a cabo una campaña implacable contra los sospechosos de drogas y los delincuentes, y el presidente lo hace constar en múltiples ocasiones, alentando a los agentes del orden y a los filipinos a hacer daño e incluso a matar delincuentes.

Una mirada rápida a los datos del PNP sobre el primer año de Duterte en el cargo muestra que la campaña ha resultado en una caída en todos los índices de crímenes (o crímenes contra personas y propiedades), pero no en el caso de los homicidios.

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